

Together with a rights perspective, this proposal is aligned with the Supports paradigm to better meet the health and behavior needs of users. This study presents the work carried out with representatives of Spanish organizations of people with intellectual disabilities to develop a proposal for the figure of support staff for sexual behavior. This figure requires debate, adaptation to the characteristics of countries and cultures, as well as to the characteristics of people with intellectual and developmental disabilities.

The figure of the sexual assistant is increasingly demanded as a right in the disabilities field. Si bien el tema de las relaciones sexuales supone una gran preocupación para profesionales y padres (Cuskelly y Bryde, 2004) y las actuaciones que se ponen en marcha persiguen proteger a las personas con discapacidad intelectual de abusos, de enfermedades de trasmisión sexual o de embarazos, es cierto que se les está negando un derecho, un deseo y una necesidad que sienten al igual que las personas sin discapacidad. Sin embargo, la presencia de conductas sexualmente inapropiadas se interpreta como problemas y no como la expresión de una necesidad, de información, de contacto o de relación sexual, no satisfecha (Noonan y Gómez, 2011). Una gran cantidad de ellos aprenden los roles sexuales a través de la pornografía. Las personas con discapacidad intelectual tienen una información muy limitada sobre la manera de comportarse sexualmente y sus modelos presentan importantes sesgos (Aylott, 1999 Cuskelly y Gilmore, 2007 McConkey y Ryan, 2001 y Yool, Langdon y Garner, 2003). Si bien, existe una conciencia creciente acerca de estos derechos, se ha logrado un progreso muy limitado en el apoyo a estas personas para crear y mantener relaciones íntimas y personales (Karellou, 2017). En particular, los Estados Partes están obligados a asegurar que todos los derechos de las personas con discapacidad se mantengan en todos los asuntos relacionados con el matrimonio, la familia, la paternidad y las relaciones de pareja y que se les aseguren los estándares más elevados de salud, sin discriminación, incluida la salud sexual y reproductiva (Organización de las Naciones Unidas, 2006). La salud sexual, la seguridad en las relaciones y una vida social e íntima plena y significativa son derechos reconocidos para las personas con discapacidad, incorporados en la Convención de los Derechos de las personas con discapacidad.
